Situémonos. Estamos comenzando el siglo XIV (1300-1400). En Francia (y Navarra, debido a su mujer) reina Felipe el Hermoso.
Felipe IV el Hermoso (1268-1314) Leemage/Corbis/Getty Images |
Francia es también la cuna o la sede más importante de los templarios, los cuales a pesar de haber perdido su influencia en Tierra Santa (no queda apenas territorio bajo manos cristianas en lo que durante 200 años fueron dominios de los cruzados), siguen siendo una fuerza militar muy poderosa y además en lo relativo a las finanzas no hay nadie en Europa que tenga más riqueza acumulada que ellos. Actúan a modo de prestamistas con los grandes reyes europeos y tienen por tanto en sus manos las economías de muchas de las potencias de la época - incluida Francia -.
Los templarios eran la caballería más poderosa de la época. ABC |
Felipe ha optado por dejar de meter a Francia en guerras en el extranjero costosas en dinero y vidas y ha enfocado su reinado a fortalecer el país en el interior (mejora de ciudades, de castillos, refuerzo de murallas, legislación sobre sus súbditos, etc.). Es por esto que incluso rechaza una oferta directa de los mongoles para entre las dos fuerzas atacar a los turcos y recuperar Tierra Santa.
Así pues, Felipe se encuentra con que quiere fortalecer su país y añadir territorios a base de maniobras política (y lo consigue) pero en el seno de la propia Francia existe una organización "independiente" - "supuestamente" responden sólo ante el Papa de Roma - con una riqueza y un poder formidables y sin lugar donde desplegar dicha fuerza, pues las Cruzadas a Tierra Santa ya no tenían el mismo éxito que las iniciales y se habían desechado casi por completo.
A pesar de que los templarios ayudaron a Felipe el Hermoso en más de una ocasión (ante una subida de impuestos claramente impopular tuvo que refugiarse incluso dentro de sus fortalezas por un tiempo), estos eran vistos como una molestia. Se les temía por su capacidad militar y se les envidiaba por todo el dinero que poseían: acabar con ellos reportaría muchas cosas positivas.
Así pues, Felipe el Hermoso, el Canciller del Reino Gullermo de Nogaret y el Papa Clemente V preparan una emboscada en forma de descrédito a ojos del Papa y por tanto de la Cristiandad, excomunión por parte del Papa de todos los templarios que no confiesen los terribles crímenes de los que se les acusaría y que ocasionarían su muerte posterior, confiscación de todos los bienes, fortalezas y dinero/tesoros que posean y obviamente obligado desarme como orden de caballería.
¿No decíamos que eran una fuerza militar formidable que generaba respeto y temor incluso por los grandes reyes europeos? Sí. Es por esto que los templarios no fueron avisados ni acusados públicamente. No se les acusó y se les dió tiempo de organizar su defensa jurídica o su posible resistencia militar. Cayeron fruto de una emboscada que se produjo (sin avisar) de un día para otro, en la noche, en la mayoría de puntos del país posibles, quedando libre alguna que otra plaza residual fácil de capturar/rendir.
¿Por qué el Papa iba a querer desprenderse de una orden militar tan poderosa y rica que respondía ante él y no ante ningún otro rey? Por dos motivos. El primero, la organización había alcanzado tal grado de autonomía, independencia y poder que el Papado sentía que no tenía control total sobre ellos. Los maestres y grandes maestres templarios eran personajes con una jerarquía e influencia a la altura de los reyes europeos y la mayoría de los soldados templarios obedecería a ciegas antes una orden de su gran maestre que la del Papa de Roma. El segundo, este Papa, Clemente V, era francés. Fue elegido Papa por la influencia francesa (manera encubierta de decir a la fuerza) y tenía su sede no en Roma sino en Aviñón (Francia). Además, los dos anteriores papas que se habían opuesto a los deseos franceses habían acabado muertos o revocados de su tiara papal.
Clemente V Wikipedia |
Tras unos siete años de juicios con veredictos de antemano, ejecuciones y destierro, la Orden de los Templarios está desmantelada. Muchos murieron por las torturas, otros fueron ejecutados, otros sencillamente desaparecieron para escapar de la muerte y unos pocos se refugiaron en otras órdenes militares de la época, la mayoría en España donde los reinos cristianos seguían la Reconquista frente a los reinos musulmanes del sur (Caballeros de Santiago, Orden de Calatrava, etc.)
Uno de los últimos en morir fue el que era gran maestre de los Templarios en el momento de su detención: Jacques de Molay. Este, tras numerosas torturas confesó los diferentes crímenes que se le reconocían (sacrilegio, simonía, herejía, entre otros). Posteriormente se retractó y es por esto que fue condenado a morir en la hoguera frente a la Catedral de Notre Dame, donde nuevamente se retractó de forma pública.
Cuenta la leyenda que es allí, antes de morir, donde maldijo a los tres principales culpables no solamente de su muerte sino de la caída en desgracia de los templarios: el rey Felipe, el Papa Clemente V y el canciller del reino Guillermo de Nogaret. La maldición decía que en menos de un año los tres habrían muerto.
Y, efectivamente, así fue. Los tres grandes personajes murieron en el plazo de un año desde que fue pronunciada la famosa maldición de boca del último Gran Maestre Templario, Jacques de Molay.
Con esto, los Templarios como tal dejaron de existir para siempre - aunque camufladamente constituyesen o se integrasen en otras órdenes militares -.
Una curiosidad que me gustaría comentar sobre Guillermo de Nogaret es que, cuando este, por orden del Rey de Francia, "se acercó" a Roma para secuestrar al Papa Bonifacio con el fin de llevarlo a Francia y obligarle a abdicar, fue naturalmente excomulgado por este último.
Hoy día quizá le demos poca importancia a la fe, a estar excomulgado, o a cualquier tipo de situación similar pero, en aquella época, la gente que quedaba excomulgada quedaba terrificada por esta condición. Que al morir no optasen a ir al reino de los cielos ni encontrasen la paz eterna es algo que generaba muchísimo pavor y esto no iba a ser menos con Guillermo de Nogaret (a pesar de que descendía de familia "hereje" - cátaros).
Consiguió que el Papa Clemente V, aliado de Francia, le levantase la excomunión pero como penitencia este le impuso el tener que visitar Tierra Santa él o uno de sus descendientes. Bien, pues casi seis siglos más tarde (!), en 1870, dos ancianas - las últimas descendientes de la rama de Guillermo de Nogaret - pidieron audiencia con el Papa de Roma pues dieron cuenta de que la penitencia dictada a su antepasado no había sido cumplida áun. Querían saber si aún debían hacerlo. El Papá las liberó de tener que hacer dicho peregrinaje y así la penitencia quedaba saldada o anulada, según se quiera ver. Ahora sí, Guillermo de Nogaret podía descansar en paz.
A pesar de lo impopular que pueda ser a simple vista el rey Felipe IV (el Hermoso) por ser culpable directo de la desaparición de los Templarios, conviene tener un poco de perspectiva antes de juzgarle.
Los Templarios constituían una fuerza muy poderosa y rica incontrolable dentro de su propio territorio. La finalidad de estos quedaba un poco en el limbo pues Tierra Santa ya por esas fechas se empezaba a dar por perdida para siempre. En el caso de seguir acumulando riqueza, de tener a los reyes de europa comiendo de la mano por los préstamos que recibían y por la amenaza militar que constituían, ¿a qué hubiesen evolucionado? No es descabellado pensar que acabaran teniendo su propio territorio, con sus propias normas y sin obedecer a nadie. En definitiva, en constituirse como una nueva potencia territorial dentro de Europa.
Además, el tener la mejor caballería de la época y no tener guerras que librar generaba un temor muy grande para un rey que debe albergar dichas fuerzas difícilmente incontrolables dentro de su territorio, pues tarde o temprano es fácil que la mecha de la guerra se encendiera (imaginad que un país extranjero atacando Francia y contando con la ayuda interior de los Templarios).
Por tanto, el movimiento de Felipe IV es incluso, a mi punto de entender, el más lógico de los movimientos.
Felipe IV evitó meterse en innumerables guerras como sus antepasados. Prefirió el adquirir territorios y afianzar el poder mediante movimientos dinásticos/matrimoniales.
Además, entre otras cosas, creó la figura de los "burgueses del rey". Constituían una figura especial de súbditos, los cuales no rendían cuentas al señor feudal de turno ni tenían obligación de residir en tal o cual ciudad. Obedecían solamente al poder central, tenían libertad de movimiento y fueron un factor muy importante en la generación de riqueza. Podría decirse que fueron los primeros franceses que poseyeron un estatuto jurídico similar al de los modernos ciudadanos.
Saludos !
PD:
Gran parte de lo expuesto aquí lo he leído a través del libro "Los Reyes Malditos. El rey de hierro", de Maurice Druon.