lunes, 15 de octubre de 2012

Derecho de pernada


 Hola!

 Es costumbre que en general, la gente se queje de los pocos derechos que considera que tiene respecto a las clases elitistas que, siendo minoría, reúnen mucho dinero y poder en sus manos.

 Muchas de estas ventajas y posiciones que ocupan vienen directamente de siglos y siglos de historia en los que las clases nobles gozaron de muchísimo poder y derechos, los cuales, indefectiblemente han ido desapareciendo con el tiempo.

 Probablemente uno de los derechos más curiosos sea el derecho de pernada. Es propio de la Edad Media y de las zonas rurales de Europa, donde los señores feudales ejercían su poder e influencia.

 ¿En qué consistía? Pues básicamente, dicho privilegio daba derecho al señor feudal para, cuando hubiese una unión matrimonial entre sus vasallos, ser él el primero en acostarse con la mujer recién casada. No olvidemos que por aquellos tiempos, era común y lógico que la mujer llegara virgen al matrimonio. Así pues, si fuésemos un siervo de por aquellos tiempos, nuestro señor feudal tendría derecho a acostarse con nuestra mujer la misma noche de nuestro enlace matrimonial y, por supuesto, antes que nosotros.


 Aparte de curioso sin duda era un poco cruel.

 ¿Habían formas de librarse? Pocas pero las había. Podías evitar que ejerciese dicho derecho mediante una elevada suma de dinero, la cual es obvio que casi nunca la tenían o, sencilla y claramente, que tu mujer fuese lo suficientemente fea como para que rehusase acostarse con ella. Aparte claro está, de que tu señor feudal fuese homosexual (no declarado) o tuvieses suerte de que fuese buena persona con sus siervos y allegados.

 ¿Para qué / por qué existió semejante derecho? ¿Qué se ganaba con ello? Bien, la explicación no está en que los señores feudales fuesen todos unos depravados que se aprovechaban de las indefensas siervas y vasallas. La razón es una cuestión más de mentalidad. Ejerciendo dicho privilegio el señor feudal dejaba claro quién era el que mandaba y que no había nada que no fuese suyo o que estuviese por encima de él. Era pues, una forma más de someter a sus siervos al poder del señor feudal. Una forma de reafirmarse sobre ellos.

 Como bien podemos suponer, la cantidad de hijos bastardos de padres nobles/señores feudales tuvo que ser bastante alta pero, como los señores feudales tenían potestad para reconocerlos o no, según les conviniese  y la misma noche o los días siguientes la mujer se acostaría con su nuevo marido, a menos que las evidencias fuesen muy claras, sería difícil reconocer si el hijo era de uno u otro.

 Este derecho es bastante famoso, de hecho, la novela La Catedral del Mar (recomendable) comienza precisamente así, con un señor feudal ejerciendo su derecho de pernada sobre sus vasallos.

 Además, hoy en día, se sigue usando pero no con el mismo significado. Se usa para denunciar un exceso de autoridad y/o abusos. Por ejemplo, la frase: "Sólo les faltaba tener derecho de pernada" significa que, quienes sean a quien se dirija la frase, han tenido mucha manga ancha con sus actividades.

 Un saludo!


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