lunes, 24 de octubre de 2011

Ejército Ruso de Liberación

          Buenas! Hoy toca un poco de Segunda Guerra Mundial. Como bien nos han inculcado los libros en el instituto y las películas de Hollywood, el guión es bien sencillo: Alemanes, japoneses e italianos malos y todos los demás buenos. La realidad es diferente, pero ya habrá tiempo para hablar sobre eso. Hoy voy a hablar del Ejército Ruso de Liberación (ROA, por sus siglas en inglés).

          Este "ejército" lo conformaban rusos y habitantes de otras repúblicas soviéticas (Georgia, Kazajstán, etc.) capturados por los alemanes en su avance hacia el interior de Rusia. Y por increíble que parezca, eran rusos que luchaban o que pretendían luchar contra el Ejército Ruso/Rojo. Muchos pensarán: qué cobardes y traicioneros, luchando contra su propio país. Bueno, esto no es del todo así. Los alemanes, en su avance hacia la conquista de Rusia, en contra de la propaganda aliada, no iban quemando y destruyendo todo a su paso, ni tampoco matando sin cesar y vaciando pueblos y demás. No les convenía. Ellos habían invadido Rusia por su idea de tener un "espacio vital" donde expandir su cultura y dar tierras a sus ciudadanos. Esto sumado a su necesidad de tener que tener detrás de las lineas del frente productividad para que los recursos y reemplazos llegasen hacía que lo que menos les interesase fuese quemar tierras y matar a la población. Por esto los muchos rusos capturados eran encerrados en campos de concentración, sin saber muy bien qué hacer con ellos.

          Hasta que se llegó a una conclusión que satisfacía a todos. La cantidad de rusos capturados llegó a ser tan grande que resultaban una carga para el rápido avance del frente. Por tanto decidieron (los alemanes) crear un Ejército Ruso de Liberación (de Rusia). Este ejército estaría constituido por semivoluntarios capturados. Así pues, todavía no he contestado a por qué no deben ser considerados cobardes ni traidores. Allá voy. Dicho "ejército" estaba conformado por soviéticos que consideraban que bien valía unirse a los alemanes con tal de dormir más calientes y comer mejor y por muchos otros que se unían con verdaderas ganas debido a que no consideraban que luchasen contra sus compatriotas, sino contra el régimen estalinista. De ahí mi consideración de semivoluntarios, unidos por su rechazo a Stalin y su régimen y por tener unas mejores condiciones de vida.
Uniforme ejército ROA

          En efecto, no suele ser muy comentado pero gran parte de la población de la URSS deseaba que Stalin y el comunismo desapareciesen. No sólo tenía como "enemigos" a la Rusia Blanca que no mucho tiempo atrás había combatido contra el Ejército Rojo. Se había creado nuevos enemigos: los campesinos obligados a dejar sus tierras en contra de su voluntad, los miles de prisioneros que enviaban diariamente (la mayoría sin motivo alguno) a trabajos forzados en Siberia, los familiares de estos (lógicamente), los familiares de los asesinados sin motivo alguno en las famosas Purgas Estalinistas y la mayoría de las poblaciones de las demás repúblicas soviéticas (empezando por Ucrania, donde provocó una de las mayores hambrunas de su historia, con más de cinco millones de muertos). Todo esto más la importante pobreza a la que había empujado a la población rusa hacían que no pareciese de locos el querer unirse a un ejército que les prometía una nueva Rusia (aunque luego seguramente las promesas caerían en saco roto) que durante los primeros años de la contienda parecían (y lo fueron) invencibles. Es obvio que el acto de los alemanes de crearlo viene precedido por saber que había predisposición por parte de los cautivos para ello.

El general Vlasov
          Dicho ejército llegó a tener más de un millón de efectivos y los alemanes tuvieron la enorme suerte de poder poner enfrente a uno de los mejores generales de los que disponía Stalin al comienzo de la guerra: Andrey Vlasov. General que era muy apreciado por Stalin y de los pocos que al comienzo tenían oportunidades de oponer resistencia a los alemanes. Fue capturado y fácilmente convencido de ponerse enfrente del ROA. Quizás sea por supervivencia o porque nunca fue comunista convendido, fue enormemente utilizado por los medios propagandísticos alemanes.

          A pesar de su "larga" vida - creado en 1940-41 - nunca tuvo una participación importante en la batalla. Esto no es culpa de ellos, más bien de los alemanes. Siguiendo firmemente su forma de ser, no se fiaban para nada (pero nada nada nada) de los rusos y evitaban agrupar muchos de ellos en un mismo punto. Apenas les daban armas y municiones y recelaban de utilizarlos en el frente de batalla por si decidían volverse contra ellos o desertar. Es decir, actuaban más como auxiliares o ayudantes que como soldados. Lo más que alcanzaron a hacer fue barrer la retaguardia de partisanos soviéticos, eso sí, siempre bajo supervisión alemana. Es por esto que no es raro enterarnos de que muchos rusos estuvieron en Normandía el Día D ya que los alemanes se ocuparon de dispersarlos por todo el territorio dominado.

          A finales de la contienda, cuando ya se veía las dificultades de Alemania, el mantenimiento de estas unidades resultó más una carga que una ventaja ya que el nivel de colaboración con Alemania y su posible lucha contra el enemigo sin rendirse a las primeras de cambio era bajísimo. Lo que hacía que siguiesen donde estaban y no huyesen ni desertasen es sencillo: para Stalin todo aquel que desertase o ni siquiera eso sino cediese terreno a los alemanes sin orden previa era considerado traidor y por tanto su pena era el fusilamiento inmediato. Es decir, si volvían con las manos en alto y pidiendo perdón lo que les esperaba era un tiro en la nuca o como mucho pasar todo lo que les quedaba de vida en los Gulags de la fría Siberia.

          La verdad que era una difícil decisión, o morir a manos rusas o morir en la batalla, probablemente también a manos rusas. Al final de la guerra, con el sino de esta ya claro, muchos fueron todo lo rápido que pudieron al Oeste: preferían caer en manos de EEUU, Inglaterra y Francia que en la de sus propios compatriotas. Por lo menos de los aliados occidentales podían obtener más clemencia pero debido a la gran presión que ejerció la URSS y a las pocas ganas de más confrontación por parte de los aliados occidentales los miles que cayeron en sus manos fueron repatriados. Sólo un país desoyó las amenazas de la URSS: Liechstenstein. Gran acto de valentía la verdad.

          De los cientos de miles que se salvaron de la ejecución pero fueron enviados a Gulags, sólo sobrevivían 55.000 a mediados de 1960. Es por estos años en los que recibieron el indulto por parte de un gobierno postestalinista (Stalin murió en 1953).

          Quizás no darles más uso fue otro de los grandes errores de Hitler, ya que pienso que eran suficientes (más de un millón) para causar estragos en líneas enemigas y contaban con amplio respaldo popular (aunque la propaganda lo negase). No es extraño que Hitler falle, ya lo hizo en muchísimas cosas más como iniciar una invasión de la URSS sin estar totalmente preparados, desviarse y obsesionarse con Stalingrado, maltratar a Ucrania, cuyos habitantes ucranianos odiaban a Stalin y su URSS por lo que eran decenas de millones de personas más a su disposición, no hacer caso a los generales y replegarse hasta obtener la bomba atómica.. Podría seguir enumerando pero me llevaría mucho tiempo y es contenido de una futura entrada ;).

          Saludos!

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