Sin embargo tenemos la suerte de que un país puede ser más o menos fuerte militar o económicamente y luego dejar de serlo, sin embargo sus logros "intangibles", cuando intangibles se refiere a conocimientos y literatura siempre van a estar.
Si hay una parte de la literatura que se les daba bien, esta era la mitología, que no es más que un modo que tenían de explicar el por qué de las cosas y la historia de los propios griegos. Hoy hablaré de una sencilla historia pero bastante original.
Nuestro personaje protagonista es Ícaro. Es hijo de Dédalo. Sí, a la mayoría nos suenan aunque no sabemos de qué. Dédalo es el arquitecto del rey de Creta Minos. Es el constructor del famoso Laberinto de Creta y como todo rey cruel, para que nadie ni siquiera el autor (Dédalo) supiese la escapatoria del Laberinto, lo encerró junto a su hijo Ícaro en una de las torres.
Dédalo e Ícaro |
Volaron y en principio todo parecía que iba bien, pasaron unas cuantas islas e Ícaro se motivó y empezó a elevarse demasiado, desoyendo u olvidando el consejo de su padre. Tanto fue lo que ascendió que la cera se derritió y sus alas se estropearon. Cayó y, lógicamente, murió. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria.
Así que ese es el motivo por el que una isla griega se llama Icaria. ¿Bonito eh? La verdad que la mitología griega es un gusto estudiarla/leerla.
Icaria |
Saludos !
Pd: Dentro de no mucho (1 mes quizás), sale una película en los cines sobre Ícaro. Creo que no va a tener nada que ver con la realidad, pero bueno, habrá que verla.
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