A lo largo de la historia de la Iglesia, ha habido momentos en los que más de una persona se ha proclamado papa al mismo tiempo. A estos rivales se les llama antipapas, y su existencia revela las luchas de poder internas (y externas) que han sacudido a la cristiandad.
📜 ¿Qué es un antipapa?
Un antipapa es alguien que reclama legítimamente el trono papal sin haber sido válidamente elegido (o habiéndolo sido en circunstancias dudosas), y que mantiene esa pretensión en contra del papa reconocido oficialmente por la Iglesia.
A veces eran promovidos por emperadores, reyes o facciones eclesiásticas para forzar decisiones políticas o doctrinales a su favor.
🏛️ Ejemplos célebres de antipapas
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Hipólito de Roma (s. III): el primer antipapa de la historia. Se opuso al papa Calixto I por considerarlo demasiado indulgente. Curiosamente, ambos murieron mártires y hoy ¡ambos son santos!
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Félix II (s. IV): impuesto por el emperador Constancio II, partidario del arrianismo. Fue rechazado por la ortodoxia romana.
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Clemente III (s. XI): apoyado por el emperador Enrique IV contra el papa Gregorio VII durante la Querella de las Investiduras. Fue antipapa durante más de veinte años.
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Benedicto XIII (Pedro de Luna): figura central del Cisma de Occidente, cuando hubo hasta tres papas simultáneamente (Roma, Aviñón y Pisa). No reconoció su deposición y murió aislado, aún creyéndose papa.
⚖️ ¿Cuántos antipapas ha habido?
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Según la lista oficial, más de 30 antipapas han existido a lo largo de los siglos.
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Algunos llegaron a ejercer mucho más poder que los papas legítimos durante décadas.
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La última figura considerada antipapa fue Félix V (1439–1449), durante el Concilio de Basilea.
🤯 Curiosidades
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Algunos antipapas tenían más apoyo político y militar que el papa legítimo.
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Las sedes rivales (como Aviñón durante el Cisma de Occidente) funcionaban con su propia corte, cancillería y cardenales.
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Incluso hoy, hay grupos sedevacantistas que consideran que los papas desde el Concilio Vaticano II son antipapas.
✝️ ¿Y si el antipapa tenía razón?
En algunos casos, la línea entre papa y antipapa no fue tan clara. La historia la escribieron los vencedores... y también los que tuvieron mejores cronistas.
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