En pleno Siglo de las Luces, cuando las monarquías absolutas chocaban con nuevas ideas sobre el poder y el gobierno, Suecia vivía su propia versión de la tensión entre corona y parlamento. En el centro de esta historia está una mujer brillante, ambiciosa y cultivada: Luisa Ulrica de Prusia, reina consorte de Suecia, hermana de Federico II el Grande y protagonista de una de las etapas más intrigantes de la política escandinava.
🎓 De Prusia a Suecia: una reina ilustrada
Luisa Ulrica (1720–1782) era hija de Federico Guillermo I de Prusia y de Sofía Dorotea de Hannover. Criada en la corte prusiana y hermana del célebre Federico el Grande, recibió una educación humanista de alto nivel. Amante de las artes, las ciencias y la política, no fue nunca una figura decorativa.
En 1744, se casó con el heredero al trono sueco, Adolfo Federico, lo que la convirtió en princesa heredera y luego reina de Suecia. Llegaba a un país que había limitado profundamente el poder de sus monarcas tras la “era del gran poder” sueco. Allí no reinaba el absolutismo, sino una monarquía parlamentaria dominada por los partidos del Riksdag (parlamento).
🎩 El partido de los Sombreros (Hattar)
Desde 1718, Suecia vivía la llamada Era de la Libertad, durante la cual el poder estaba en manos del parlamento. Allí se enfrentaban dos grandes partidos:
-
Los Sombreros (Hattar): pro-franceses, aristocráticos, favorables a una política exterior activa (y a menudo belicista).
-
Los Gorros (Mössor): más pacifistas, inclinados hacia Rusia, defensores de la prudencia económica.
Los Sombreros, dominantes durante muchos años, eran ambiciosos y soñaban con recuperar el poder perdido tras la caída del imperio sueco. Pero eran también corruptos y profundamente hostiles a cualquier intento del rey o la reina de reforzar la autoridad real.
🧠 La ambición de Luisa Ulrica
Luisa Ulrica, educada en una corte absolutista, no aceptaba la pasividad política de una reina consorte. Desde su llegada a Suecia intentó aumentar la autoridad real e inspirar una monarquía ilustrada al estilo prusiano.
Mantuvo relaciones tensas con los partidos parlamentarios, especialmente con los Sombreros cuando estos no servían a su causa. En 1756, organizó un golpe palaciego fallido con el objetivo de devolver al rey un poder más efectivo. El complot fue descubierto, varios conspiradores ejecutados, y Luisa Ulrica humillada públicamente. A pesar del fracaso, este hecho dejó claro que la reina no era una figura decorativa, sino una jugadora política de primer orden.
🏛️ Cultura, ciencia y mecenazgo
A pesar de sus fracasos políticos, Luisa Ulrica brilló como mecenas cultural. Introdujo en Suecia el refinamiento de la corte prusiana y creó espacios para la música, la ciencia y la filosofía. Entre sus logros destacan:
-
La fundación de la Academia Sueca de Historia y Antigüedades.
-
El fomento del teatro de corte.
-
El impulso al estudio de la botánica, la física y la arqueología.
Fue madre del futuro Gustavo III de Suecia, el “rey ilustrado” por excelencia, que sí lograría realizar muchas de las aspiraciones absolutistas que su madre no pudo concretar.
📜 El legado de una reina impaciente
Luisa Ulrica murió en 1782, pero su figura quedó asociada a la lucha por devolver poder a la corona frente al parlamentarismo aristocrático. Su vida ilustra bien los conflictos del siglo XVIII entre:
-
Ilustración y tradición
-
Parlamento y monarquía
-
Reforma y reacción
Aunque no logró su objetivo político, sentó las bases para el ascenso de su hijo y fue una figura clave en la transición cultural e intelectual de Suecia hacia la modernidad.
🧩 En resumen
| Aspecto | Detalle |
|---|---|
| Nombre completo | Luisa Ulrica de Prusia |
| Vida | 1720–1782 |
| Posición | Reina consorte de Suecia (esposa de Adolfo Federico) |
| Rasgos clave | Intelectual, política, ambiciosa, amante del arte |
| Relación con los Sombreros | Tensa: los usó pero también los combatió |
| Aporte | Fomentó la cultura ilustrada en Suecia y desafió el orden parlamentario |
| Legado | Predecesora intelectual del reinado reformista de su hijo Gustavo III |
No hay comentarios:
Publicar un comentario